Principio
Al conducir la corriente eléctrica a través de una solución, se puede producir la transformación de la materia. La corriente es la fuerza motriz de la reacción de reducción-oxidación. Al electrolizar el agua, que se vuelve conductora a través de la adición de iones, se obtiene hidrógeno en el cátodo y oxígeno en el ánodo.
Al almacenar ambos gases de forma separada con un voltámetro de Hofmann, se puede seguir la reacción de forma cuantitativa y derivar las leyes de Faraday.
La primera ley de Faraday establece que durante la electrólisis, la masa que se desprende de una sustancia es proporcional a la carga eléctrica que atraviesa la solución.
La segunda ley dice que los equivalentes electroquímicos se comportan como sus masas equivalentes (masas molares dividas por su valor).
Ambas leyes pueden ser derivadas de forma ilustrativa con el experimento descrito aquí.